Que el infierno se cebe con él.

Publicado: 16 octubre 2014 en General

Últimamente he dado con un nuevo programa que hacen, del grupo Mediaset (cómo no, todos estos programas son de ellos) de testimonios de mujeres maltratadas que lo han superado. Salen ellas contando, gente cercana apoyando el testimonio, e incluso reconstrucciones con actores (innecesario según mi opinión, pero bueno).

Yo creía que a estas alturas la mayoría de gente, sobre todo jóvenes, rechazaban este tipo de comportamientos, pero comentan porcentajes de gente que opina sobre ello en el que aún hay jóvenes, chicos y chicas, que excusan la violencia como solución de conflictos. Y me parece tristísimo.

Creo que no hace falta decir lo que pienso al respecto de la violencia, tanto de hombres a mujeres como viceversa, pero el maltrato no es sólo físico, y esto mucha gente no lo ve. A veces alguien le dice a su pareja lo fea que está, lo vaga que es o cualquier cosa, y la otra persona a lo mejor lo ve como una crítica constructiva, pero si conoces a esa persona, tienes que saber entender cómo te dicen las cosas. Sé que es complicado, y que cuando estás en una relación viciada no te das cuenta, lo justificas, acabas pensando que es tu culpa, que no vales para nada y tu vida se hunde sin darte cuenta, hasta que no tienes ganas de nada pero no puedes decirlo.

A día de hoy, la violencia psicológica en muchos casos no se ve, incluso no lo ve ni la persona afectada muchas veces, y lógicamente la persona de tu entorno tampoco, porque tú no cuentas nada. Y la gente dirá, ¿cómo no te vas a dar cuenta si te insultan, si te hacen de menos, si te tratan mal, aunque no te peguen? Si lo ves desde fuera es fácil de decir, pero incluso desde fuera, aunque estés cerca, tampoco se ve, y hay que tener mucha fuerza para darse cuenta y cortar de raíz.

El problema también es que sólo concebimos el maltrato de hombres a mujeres, y cuando un hombre denuncia o cuenta a alguien que su pareja le maltrata, sea de la manera que sea, lo peor de todo es que los demás se ríen, se burlan porque «cómo te dejas pegar por una mujer» y muchísimas frases de ese tipo. El pensamiento machista que hay aún generalizado en el que la mujer es más débil que el hombre, el tradicional maltrato de los hombres hacia las mujeres (por desgracia) hacen que esto no se entienda, e incluso en juicios no se entiende cómo esa persona puede hacerle algo a un hombre.

Creo que cualquier persona que me lea pensará lo mismo, pero no se puede tolerar la violencia, aunque no sea directamente hacia la persona. No se pueden tolerar ataques de ira contra objetos, insultos en general… Y si alguien lo ve cercano, que lo avise, que hable con más gente cercana si la persona afectada no entra en razón…

Todo el mundo vale algo, todo el mundo tiene su belleza propia. Que nadie nos diga que no la tenemos, porque son ellos los que no valen nada.

http://www.mitele.es/programas-tv/amores-que-duelen/temporada-1/programa-2/

 

La vida es una sorpresa

Publicado: 14 octubre 2014 en General

A lo largo de nuestra vida el aprendizaje está presente cada día, a cada momento: de pequeños aprendemos a caminar, a hablar, aprendemos a usar los juguetes que nos dan, las formas y los colores, etc., más adelante aprendemos a sumar, a leer y nos aprendemos lecciones de memoria, vamos aprendiendo lecciones de la vida, a salir solos, a manejarnos, aprendemos un trabajo, aprendemos de los errores cometidos… Mi pregunta es, ¿por qué, si durante toda la vida aprendemos, ya no nos asombramos con nuevos conocimientos?

Podríamos decir que estamos ya resabiados, que hemos visto tantas cosas que nada nos sorprende, y esto la verdad es que me entristece. Cuando yo vi la primera vez un video de un coche que aparcaba solo flipé, y tengo testigos. Y cuando han creado el «jetpack», que te propulsa y puedes «volar». Y cuando ayer leí una noticia que un hombre ciego ha vuelto a ver con un ojo biónico. Y no sé, tantos avances y tanta nueva tecnología que a veces abruma, pero hay gente que ya lo ve como normal.

Hemos pasado en relativamente poco tiempo de tener un teléfono móvil, con el que poder llamarte de una punta del país a otra sin problemas, sin cables, moviéndonos… a poder pagar con el móvil, poder hacer videollamadas, hacer la compra por internet… bueno y tantas cosas que ya ni me acuerdo. Me vienen a la mente las típicas imágenes de, hace 15 años los usb tenían capacidad de 250mb y ahora son gb lo que soportan, de pasar de guardar un juego en un 3 1/2 a guardar ordenadores enteros en discos duros extraíbles… Tantísimas cosas que podría decir…

Pero lo vemos como algo normal, como parte del progreso, y no pensamos en la cantidad de piezas, de trabajo, de programación que hay detrás. Se hacen tantas operaciones en hospitales al cabo del año que no concebimos que algo salga mal, porque es algo que ya se sabe hacer.

A mí me siguen sorprendiendo estas cosas, y cuanto más las pienso más todavía, cómo se puede hacer tanto, lo que tienen en la cabeza todas esas personas que son capaces de crear, de llevar a cabo… Y me gustaría ver mis reacciones en más gente, que el mundo les sorprendiera, que se quedaran encantados con todo lo nuevo que aparece, y no simplemente que sacaran la tarjeta y lo compraran, como si fueran al super semanalmente.

Ojalá mantuviéramos la mentalidad de niños durante toda la vida, y ésta fuera una sorpresa constante.

.

No te dejes llevar, en esto no.

Publicado: 13 octubre 2014 en General

Hoy he visto un vídeo y me ha hecho pensar en algo que siempre pienso, pero mira, escribiré sobre ello.

No nos damos cuenta, pero la publicidad nos rodea. Es decir, sí, vemos los anuncios que salen entre serie y serie, vemos los espacios dedicados a publicidad en revistas y periódicos, nos tenemos que aguantar de ver 1 o 2 (¡o 3!) anuncios antes de ver un vídeo en youtube… Eso es publicidad, claro, pero no es la única publicidad que tenemos: vemos una serie y todos los productos tienen marca, sale un famoso en una entrevista y se encargan de informarnos que sus zapatos son de marca tal y su collar de la tienda cual, incluso nosotros mismos llevamos publicidad cuando paseamos con bolsas o, simplemente, con marcas en camisetas y demás.

Nuestra vida está regida por la publicidad: desde pequeños queremos los muñecos que se anuncian, y si te compran uno parecido pero no de la misma marca te enfadas tú y tus amigos se ríen porque es falso; y de mayores más de lo mismo, si llevas una imitación se ríen de ti (lógicamente, una parte de la sociedad), e incluso ya no hablamos de marcas, si no estás dentro de unos estandares sociales no eres aceptado, porque hay que parecerse a la chica del anuncio o al presentador de moda. ¿Por qué?

Yo nunca he ido «a la moda», todos tenemos una moda, pero nunca me ha gustado el pijerío de comprar marcas (y de gastarme un pastizal sólo en un nombre) o de parecerme a no sé quién y no sé cuantos. Por ejemplo, yo llevo el pelo largo desde hace muchísimo tiempo, y desde que era pequeña que he querido el pelo así, y a día de hoy me dicen que si sigo una moda o que si es por una apuesta. ¿No puede ser simplemente porque me gusta? Parece que todo tiene que tener una explicación aceptable por los demás.

No me parece bien que nos marquen los pasos la publicidad, pero ya no por llevar un nombre o gastarte dinero, eso cada cual sabrá, sino porque nos crean necesidades que no teníamos, tanto materiales como de otro tipo: NECESITAMOS la sombra de ojos nueva, el coche super potente, o incluso aumentarnos el pecho porque todas las famosas guapas tienen las tetas grandes, y si yo no las tengo qué dirán. Y no sólo las mujeres se ven influídas, que ahora cada vez hay mas «metrosexuales», más hombres que ven una necesidad en fibrarse y dejarse el sueldo en el gimnasio, en depilación y en cremas…

Todos tenemos caprichos, unos serán materiales, otros pueden ser, no sé, viajar, o eso, fibrarse hasta no poder más… pero no podemos dejar que los demás marquen nuestros caprichos. Aquí sería cuando todo el mundo diría que hay que «tener personalidad»: no dejarte llevar por los demás, tener tu propio pensamiento y seguirlo sin importar nada.

¿Necesitamos la publicidad? No, la necesitan las empresas. Nosotros podríamos vivir sin publicidad, compraríamos lo primero que pilláramos y tan contentos. ¿Queremos esa publicidad? Tristemente hay quien sí, quien necesita que le digan lo que se lleva, lo que está de moda en cada temporada y lo que han de criticar.

Yo sólo digo: lleva lo que quieras, compra lo que quieras, no escuches críticas. Puede que dentro de unos años pienses «madre mía cómo iba», pero si durante un tiempo estuviste a gusto contigo mismo, te aceptaste y tuviste quien te aceptara, rechazar todo lo demás habrá valido la pena.

PD: el vídeo sobre todo se centra en el machismo en la publicidad, y no estoy de acuerdo con la comparación que hacen en poner hombres en lugar de las mujeres, porque ridiculizan esos anuncios. Sí, son machistas, pero poniéndolo de la revés tampoco se soluciona nada. La respuesta no está en ridiculizar a los hombres, sino en que todos nos tratemos como iguales y nadie se sienta discriminado.

 

En mi época…

Publicado: 11 octubre 2014 en General

Esta mañana, mientras desayunaba, he puesto la tele y he estado viendo zapping. Entre noticias, misa, programas de zapping y demás, al final me he quedado viendo dibujos. He empezado con un canal en que los «dibujos» eran personas disfrazadas como de gente futurista e iban con muñecos, luego otro canal donde el personaje se comía un chicle y se propulsaba por el aire a base de pedos, luego Sin Chan (que no hace falta ni describirlo), y al final he llegado a unos dibujos, «Mike el caballero», que me han parecido bastante bonitos y adecuados para niños pequeños, con su moraleja, con colores vivos, con música…

Y esto me ha hecho pensar, como muchas veces que he visto dibujos, en un pensamiento de «vieja» que seguro que muchas personas han pensado algunas veces que es… «los dibujos de cuando yo era pequeña eran mejores». Digo de vieja no porque yo sea vieja, sino porque es el típico pensamiento de «en mis tiempos…», que a lo mejor no debería tener con mi edad, pero es inevitable de compararnos con las generaciones que vienen.

Nos comparamos en la música (criticamos a Justin Bieber y no nos acordamos de los Back Street Boys, por ejemplo), en la ropa (y eso que la moda es cíclica, nuestros padres llevaron pantalones de campana, los hemos llevado nosotros y probablemente se vuelvan a llevar, criticamos que las niñas enseñan cuando en los 90 los tops estaban a la orden del día…) y, como no, en los dibujos. Recordamos las películas de Disney que veíamos cuando éramos pequeños (El Rey León, La Sirenita, La bella y la bestia…), vemos las películas que se estrenan ahora que se pudieran equiparar y… no.  No les veo moraleja, a veces los guiones no me parecen adecuados por según qué palabras…

Pero hace unos días comentaba que el corto del niño con parálisis cerebral no me parecía adecuado para niños, pero nosotros vimos la muerte de Mufasa y de la madre de Bambi y aquí estamos, tan felices.

Quiero decir, que probablemente les tengamos tanto cariño a los dibujos y a las series de cuando éramos pequeños por el recuerdo que tenemos de ellos, y no sólo por los dibujos en sí. Tenemos el recuerdo de cuándo lo vimos, de cantar las canciones, recordamos el tipo de trazos, más simples que los de ahora, y cuando vemos ahora dibujos hechos totalmente por ordenador no los asociamos a nuestra época.

Yo recuerdo los sábados por la mañana desayunar viendo las series como Las gemelas de Sweet Valley, Califormia Dreams… y a lo mejor con 8 o 9 años no era muy lógico ver esas series, pero ahora pienso, ojalá hubiera ahora series así. Y las hay, claro, pero como decía, no las asociamos a lo que veíamos entonces y lo criticamos, como si realmente lo que nosotros hemos vivido hubiera sido mejor.

Esto simplemente es una reflexión, no hay razón en esto, porque cada uno ha vivido una época, y probablemente si les hacemos ver las series y dibujos de entonces a niños de ahora no les gustarán y se aburrirán, y al final los guiones tienen la misma esencia… pero no tenemos la misma mentalidad. Sólo digo que intentemos no criticar, tener una visión más amplia, intentar ver los dibujos, leer los libros, ver películas o entender la moda como lo haría la infancia y adolescencia de ahora, y no dejarnos llevar por generalismos sin saber de lo que hablamos.

Aunque en nuestra época todo era mejor. 😛

 

Dueño y señor del reino de la nada

Publicado: 9 octubre 2014 en General

Hay una cosa que siempre me he planteado, y hoy me ha recordado alguien. Bueno, llevo unos días pensando en ello, pero hoy me han contado una anécdota relacionada, y mira, pues escribo sobre esto.

Durante nuestra vida nos formamos: vamos al colegio, a la universidad, hacemos cursillos… Y nos gusten más o menos las clases, las asignaturas, o lo que sea, al final prestamos atención, lo estudiamos, lo memorizamos y lo damos por bueno, porque entendemos que alguien que sabe más que nosotros en esa materia es la persona válida para enseñarnos esos conocimientos. Y con esos conocimientos que hemos adquiridos a nivel académico, vamos a un trabajo y otra persona nos enseña cómo desempeñar una labor, y volvemos a hacerle caso, porque sabe más que nosotros, y lo recordamos y lo repetimos, y así nos hacemos con ese puesto. Y cuando viene alguien nuevo, le enseñamos nuestros conocimientos y ese alguien los acepta, igual que los aceptaste tú en su día.

Pero salimos de clase, del trabajo… y nos creemos maestros de todo en la calle. Creemos que sabemos comportarnos, sabemos cuál es la verdadera moral, cómo hay que tratar a tu pareja y cuidar a tus hijos, cómo hacer amigos, cómo ser buena persona y, en definitiva, nos creemos que nuestra manera de ver el mundo es la correcta, y cualquiera que venga a enseñarnos algo, o simplemente a opinar sobre su punto de vista, no tiene razón y no merece ni atención.

Yo hay veces que estoy viendo una película y la actitud de un personaje me hace darme cuenta que yo también hago ciertas cosas, o leo una conversación en un libro sobre otros dos personajes y pienso, mira, tiene razón. O simplemente escucho a alguien hablar, dar una conferencia, o conceder una entrevista, y a veces se me enciende la bombilla y pienso, coño, pero si es verdad.

Y no refiero a que alguien te hable de la crisis y te des cuenta que tiene la solución al universo, sino, no sé, que por ejemplo una pareja tenga una discusión, ella dice algo sobre él y piensas, pues yo también digo eso, o poniéndonos el otro lado, yo también hago eso y podría cambiar. Por decirlo de alguna manera, ponernos en su piel.

La gente lee libros o ve películas o series, o escucha a otras personas simplemente por pasar el rato, sin entender el trasfondo de las palabras. Las conversaciones y las situaciones van pasando y de la misma forma entran y salen de nuestra cabeza sin quedarse. ¿Y si de una discusión en la tele aprendiéramos que podemos cambiar y mejorar nuestra relación? ¿Y si de una contestación de un niño a sus padres nos diéramos cuenta lo mal que contestamos a veces nosotros?

Esto se podría decir lo de «ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio». Ves las cosas malas a tu alrededor, discusiones, gente que dice lo malos que son algunos, y piensas, «es verdad, qué malos son», pero no te das cuenta que puedes ser parte de ese grupo. O a lo mejor sí, pero no cambias. Y las oportunidades de cambiar las tienes cada día, cada segundo de tu vida: ser más paciente, sonreír cuando te saluden, pensarse dos veces una contestación que no es necesaria… Es difícil, muy difícil, pero a veces se puede intentar, y la mayoría de gente no lo hace.

Aprendamos de nuestro alrededor, de cada palabra que nos dirigen o que oímos por ahí, de cada conversación o cada actitud de alguna serie, libro… No somos maestros de nada, nos queda TODO por aprender.